El zoo de los monos listos.

Como si estuviéramos en un gigantesco zoológico, sus dueños nos quieren listos, con las habilidades justas para entretener al público, a los espectadores. Desean primates listos, divertidos, revoltosos incluso (aunque siempre dentro de un orden). Pero monos de feria al fin y al cabo, que no supongamos ningún riesgo para la autoridad, para el dueño del zoo.

Mientras nos preparan para ser útiles al sistema, a los hijos de las élites los entrenan para ser «el sistema». Así, a unos nos atiborran de dispositivos electrónicos, mientras que los creadores y desarrolladores de esa tecnología prohíben su uso —tanto en la escuela como en casa— a sus propios hijos e incluso a las personas que los atienden. ¿Por qué lo hacen? La respuesta es sencilla: forman a sus retoños para ser la élite dominante.

A nosotros nos dan la formación justa, más técnica que centrada en la profunda reflexión. A ellos la metodología les obliga a pensar, a plantearse el futuro, a diseñar el mundo. Por eso no pierden el tiempo empleando los medios electrónicos que inventan, diseñan y venden sus padres.

Podríamos decir que se ilustra a las poblaciones lo justo para que les lleguen los mensajes con los que se las va a condicionar. Obviamente, si no supieran leer o no tuvieran un mínimo de formación, estos no les llegarían, o al menos no con la misma intensidad. La realidad es que nos han convertido en lelos ilustrados.

Quizá tenía toda la razón Isaac Asimov cuando decía que «ser autodidacta es, estoy convencido, el único tipo de educación que existe». No nos va a quedar más remedio que aprender por nosotros mismos si queremos salir de esta tela de araña educativa.

Pedro Baños, El dominio mental, Ed. Ariel, Cap. 1.

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